Por:
Vicente Sánchez Vásquez
Al
fin se reveló la razón por la que en las últimas semanas la prensa toril
arremetía contra la gestión de Nelson Chui sin descanso día tras día: preparar
el camino para el retorno por todo lo alto de Javier Alvarado al ruedo político
regional luego de su contundente derrota en las elecciones del 2014 donde ni
siquiera pudo ser candidato y su movimiento perdió en la segunda vuelta. El
objetivo del retorno: iniciar ya su campaña para ser Congresista de la
República en busca de su impunidad ante las acciones judiciales que lo
atormentan, y ante las dificultades de inscribir a su partido “Triunfa Perú”,
lo que reduciría su capacidad de negociación para una futura alianza política
que está obligado a realizar.
Para
Javier Alvarado la manera más óptima de reaparecer en escena es convirtiéndose
en el “top master” de la política regional, en el “primus inter pares” de los
políticos de la región: caradura como él solo, hoy no le tembló ningún músculo
facial cuando le exige a Nelson Chui que trabaje más (cuando él paraba en
concursos de belleza y carreras de autos), que puede asesorar a Nelson Chui a
gobernar bien (¿o a chuponear bien?), a exigirle que continúe las obras que él
dejó (sin presupuesto), y que es mentira lo del déficit de más de 40 millones,
la pérdida de maquinaria pesada, el robo de equipos por doquier, y los encargos
dinerarios que nunca se rindieron. Él no quiere que le vaya mal a Chui, por
ello se ofrece a apoyarlo si lo desea. Palabras y más palabras para
posicionarse como el político más preocupado de lo que él llama “mis maestros”,
“mis agricultores”, “mis jóvenes”, nunca tan abandonados y engañados como en
sus cuatro años de gobernante.
Así
que estamos avisados. Ningunear al Gobernador Regional y mostrarse superior a
la actual gestión: esa será su estrategia de aquí hasta las elecciones de abril
del 2016. Según su óptica, involucrar a la gestión regional en el proceso
electoral nacional que se avecina, es la mejor manera para él acumular y
llevarse por delante a los demás contendores que aparezcan en los próximos
meses. La pregunta es: ¿tiene que seguir siendo el Gobierno Regional de Lima el
mero instrumento que fue los últimos cuatro años al servicio de los intereses
personales de un político inescrupuloso y cínico? La población votó el año
pasado en contra de esa manera de gobernar, y de ninguna manera podemos
permitir que Alvarado crea que puede seguir haciendo lo mismo en los próximos
12 meses. El actual gobierno regional que preside Nelson Chui está dedicado a
gobernar al servicio de la población, y no participará ni directa ni indirectamente
en el proceso electoral nacional que se avecina, donde lo que hay que evaluar
es la gestión de los 4 congresistas elegidos el 2011 y no la gestión regional
elegida el 2014.
Desde
un punto de vista de política electoral, Alvarado debió haber reaparecido en
mayo o en junio de este año. ¿Por qué adelantar el cronograma? ¿Ya no le pasó
que por adelantar el cronograma de su lanzamiento anticipado a la Presidencia
de la República ha tenido todos los problemas políticos que todos conocemos? El
Rey Toro pareciera que no escarmienta pero en realidad su decisión de salir en
marzo se explica por la última parte de su entrevista: que le “faltan unas
firmitas” para inscribir su partido, partido que recaba firmas hay que
recordar, desde el 2011!!! Salir más tarde le retrasaría la inscripción de
Triunfa Perú y él sabe que sin partido ni siquiera podría tener un lugar
asegurado en una lista congresal. Hasta para el menos agudo lector político de
la Región Lima, está claro que Javier Alvarado no tiene opción alguna a la
Presidencia de la República, y que el espacio más asequible sería el Congreso
de la República. Bueno, sucede que las reformas políticas que viene aprobando
el Congreso podrían incluso dejarlo sin posibilidad de participar en ese
espacio. En efecto, si por ejemplo, se eliminara el voto preferencial y se
tuviera que votar por lista, se restringe más la posibilidad de entrar: ser el
número 3 o 4 de alguna lista prácticamente es participar por gusto.
Básicamente, para tener éxito, tendría que ser de un partido fuertemente votado
y ser cabeza de lista. Por eso Alvarado necesita con urgencia inscribir su
partido, hacer alianza con un partido favorito y ser cabeza de la lista
congresal en la región.
Finalmente,
está claro que los intereses personales de Alvarado no son los intereses de la
Región Lima. Ya sabemos que en el supuesto negado de ser elegido congresista,
Alvarado va a hacer campaña contra la gestión hasta el 2018. Por ello, el Ing.
Nelson Chui tiene que seguir en la ruta trazada desde el primer día y que a 75
días ya se tienen algunos resultados concretos: ya se está por licitar el
hospital de Cañete con el presupuesto adicional que no puso Alvarado, se ha
logrado financiamiento del Hospital de Huaura que va a ser uno de los más
modernos del país, ya se pagó el terreno de Los Anitos para el Hospital y la
Universidad de Barranca, se viene avanzando las gestiones para los trenes de
cercanías y el puerto de Chancay, la gran empresa generará nuevas inversiones
en la región por más de 100 millones de soles, y otras medidas más para generar
empleo y producción incluso exportable.
¡Así
que ya estamos avisados! El toro salió al ruedo. No sabe el torero que tiene al
frente.
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