EXITOSO PRIMER FESTIVAL DE AMANCAES EN LAS LOMAS DE ASIA

“Por una vereda viene cabalgando José Antonio, se viene desde Barranco a ver la flor de Amancae”, dice parte de la letra del emblemático tema “José Antonio”, de nuestra siempre recordada Chabuca Granda y donde menciona a una de las flores mas emblemáticas de la costa peruana y que poco a poco se va extinguiendo.

Y esta bella flor de un encendido color amarillo y hojas verdes cuenta con un santuario en las amplias Lomas del distrito de Asia, donde la Comunidad Campesina está apostando por su cuidado y preservación, para que este regalo de Dios no desaparezca.

En la ciudad de Lima, donde originalmente inundaba su presencia, hoy es parte de su historia y pocos conocen de su existencia, ya que en pocos lugares se los puede observar. Sin embargo, a pocos minutos de la ciudad capital se encuentra una amplia zona donde se puede apreciar un hermoso paisaje amarillo.

Y es que la directiva de la comunidad campesina de Asia, que preside Fernando García Huasasquiche, está apostando decididamente en un ambicioso proyecto de reforestación que no solo busca que proteger a esta bella flor, sino también vienen sembrando plantas de Tara en una zona muy extensa pero nunca aprovechada.

Con la finalidad de que todos conozcan la flor de Amancaes y el santuario natural de Las Lomas de Asia, se programó el Primer Festival, que fue un éxito total ya que la concurrencia fue masiva, con niños y niñas de todas las instituciones educativas de Asia, profesores, turistas nacionales y extranjeros, periodistas de importantes medios nacionales que no quisieron perderse la oportunidad.

La ceremonia se inició con la entonación del himno nacional, luego habló el presidente de la comunidad quien se mostró agradecido con la cantidad de personas que llegaron a este festival  y posteriormente se hizo la ancestral ceremonia del pago a la tierra.

El arqueólogo Luis Santa Cruz, invitó a un grupo de niños a que lo acompañen con el pago, depositando en una alforja frutos de la tierra asiana como su preciado Camote, uva, maíz blanco, maíz amarillo, maíz morado, durazno, frijol canario, también chicha, agua, raya seca y la infaltable hoja de coca.

Luego, un grupo de escolares ataviados con vistosos trajes, regalaron un hermoso espectáculo con la tradicional danza de “Las Pallas”. La música estuvo a cargo del octogenario Lino Vega  Reyna, quien a sus 88 años continúa tocando su mágica flauta, y quien desde los 13 años se dedicó a este típico baile originario del lugar.

Mientras tanto, los guardabosques hacían un recorrido por el santuario ecológico con delegaciones de alumnos , que luego participaron de un concurso de dibujo donde plasmaron todo lo que pudieron ver sus ojos con esta maravilla de la naturaleza.

Los integrantes de la escuela de marinera de la comunidad campesina no quisieron perder esta importante oportunidad para deleitar a los asistentes y se lucieron con sus celebrados bailes.

La gastronomía asiana no podía estar ajena y reconocidas cocineras se hicieron presentes con sus mejores potajes como el chicharrón de pescado y pulpo, el arroz con pato, causa rellena de mollejitas, chicharrón de chancho, chancho al cilindro. También dulces como la mazamorra morada, la exquisita chapana a la olla, profiteroles de durazno asiano y la infaltable chicha morada.

También se pudo degustar un exquisito pisco acholado, con uvas nacidas en las tierras asianas y que es una de las tantas muestras de las bondades de este hermoso distrito, que pese a la falta de agua en casi todo el año, Dios los bendice con buena producción.

Al finalizar la larga jornada, el arqueólogo José Luis Santa Cruz Alcalá presenta y lee su cuento inspirado en las Lomas de Asia, titulado EL PUEBLO ESCONDIDO, que ha sido publicado por la propia directiva de la comunidad campesina , que distribuirá a cada niño de su zona para que conozcan parte de sus historias, costumbres y el legado que tienen que preservar y cuidar.

Es importante señalar que este festival no es una simple casualidad, ya que es parte de un ambicioso proyecto encargado al sr. Hipólito Castillo Ávila, que ha sabido reunir a un grupo de gente emprendedora y comprometida con recuperar, conservar y preservar a esta reserva natural , realizando un trabajo para la humanidad.

Dentro de este proyecto ya se viene viendo los frutos del titánico trabajo como el de haber capturado 1 millón de litros de agua, gracias a un sistema de “atrapanieblas”, que permite irrigar las 777 hectáreas destinadas para el sembrado de 3 mil plantas de Tara, que ya se puede apreciar como vienen creciendo en lo que antes solo era un pasaje desolador.

Este primer festival ha permitido que muchos conozcan esta gran riqueza natural, pero también el gran compromiso que tenemos TODOS en que se cuide ya que a la naturaleza hay que respetarla, quererla y cuidarla.