En
Chanchamayo, un roedor conocido como mishasho se pasa el día comiendo café
maduro, pero lo que no sabe este animal, que lo que procesa, es el producto de
mayor valor en el mercado mundial.
Texto y fotos: Iván Reyna Ramos
Se llama Café Micha, pero ¿qué de especial
tiene este café para que sea tan caro? Se trata de un coatí peruano que se come
el fruto maduro del café, pero como el roedor no puede digerir los granos que
traga, después de cuatro o seis horas de digestión los expulsa fermentados en
sus excrementos. Estos granos son lavados, seleccionados, secados, pilados,
tostados a 230 grados para eliminar cualquier microorganismo, y molido se
convierte en café apto y seguro para el consumo humano.
La empresa dedicada a este proceso es
Chanchamayo Highland Coffee. De acuerdo con el responsable de venta, Jesús
Cornejo, “las razones por lo que el grano que produce el mishasho es tan
valioso se debe a que mientras los agricultores utilizan una máquina para
quitar la cáscara, el animal lo hace de manera natural con el aparato digestivo,
además de que su paso por el tracto intestinal hace que el café sea menos
amargo, y como el animal se alimenta de muchas frutas y flores, entonces el
café obtiene un intenso aroma afrutado, exquisito y exótico”.
La costumbre de los nativos era comerse la carne
del mishasho, pero el dueño de la empresa, José Jorge Durand, decidió comprar
estos mamíferos y los puso a producir café. Así ha logrado criar 60 ejemplares.
Cada coatí procesa 25 gramos de café al día. El año pasado, la producción total
fue de 1.400 kilos. La planta de tratamiento se ubica en La Merced, capital de
la provincia de Chanchamayo en la región Junín.
Cornejo asegura que en el extranjero pagan muy
bien por el fino café orgánico, en especial Europa, Arabia Saudí y Estados
Unidos, donde 100 gramos de café Misha llegan a los 140 dólares, una taza de
café en New York cuesta 79 dólares, el kilo llega a 1.400 dólares. En Perú el
precio por 100 gramos es de 95 soles.
En Vietnam se degusta un café parecido al Misha
que se obtiene de los vómitos de las comadrejas y que sabe a chocolate porque
el animal se alimenta de semillas de cacao. En Indonesia y Tailandia existe un
café llamado Kopi luwak que se consume desde el siglo XVIII, y que para su
proceso, se utiliza un roedor llamado civeta.
El mishasho es un coatí de cola anillada (Nasua nasua) que habita
predominantemente en la selva del Perú y que los pobladores le han dado nombres
como uchuñari, cuchucho.
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