La experiencia de los últimos procesos demuestra que las revocatorias son muchas veces utilizadas como un “arma política” contra las autoridades electas, por quienes compitieron y perdieron en la lid electoral, opinó hoy el analista político Luis Benavente.
Tras expresar su desacuerdo con la vigencia de este dispositivo, dijo que, desafortunadamente, este mecanismo genera un clima de conflicto e ingobernabilidad en los gobiernos municipales y regionales donde se impulsan.
Mencionó que, en vez de usar este mecanismo, existen instituciones del Estado que pueden ejercer un control sobre el funcionamiento de los gobiernos locales, provinciales y regionales, como el Poder Judicial, Contraloría y la Fiscalía.
“La revocatoria se ha convertido en un arma política que comienza funcionar apenas el candidato gana una elección, y antes de asumir el mando, ya comienzan los opositores a trabajar por la revocatoria”, dijo a la Agencia Andina.
Para Benavente, esta situación convierte a la revocatoria en una norma “innecesaria y perjudicial para la democracia”.
“Entonces, la revocatoria termina totalmente politizada y genera un clima de ingobernabilidad, de conflicto en los gobiernos ediles y regionales”, anotó.
Refirió, además, que este mecanismo distrae a la autoridad electa, la cual se verá obligada a dedicar tiempo a un proceso, en vez de concentrarse netamente en la gestión municipal o regional.
Sectores políticos anunciaron la compra del kit electoral para impulsar una consulta popular de revocatoria contra la alcaldesa de Lima, Susana Villarán.
El teniente alcalde, Eduardo Zegarra, sostuvo que existen “oscuros intereses” detrás de la campaña que impulsan determinados sectores para la revocatoria de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y debilitar su gestión, a casi un año de asumir el cargo.
Al respecto, Benavente estimó que esta intención de revocar a Villarán tiene una connotación claramente política.
“En este caso lo menos que se hace es evaluar la calidad de la gestión, simplemente es un tema político”, estimó.
Agregó que, al final, quienes impulsan las revocatorias “buscan protagonismo para tratar de llegar al Congreso, a una alcaldía local o provincial, o una presidencia regional”.
La consulta popular de revocatoria, según la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos, se lleva adelante en una circunscripción electoral, si el 25% de los electores de una autoridad, con un máximo de 400 mil firmas, presenta la solicitud de revocación del mandato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario