Dentro de pocas semanas los ciudadanos peruanos
ejerceremos el derecho y la responsabilidad de decidir con nuestro voto a qué personas
y a qué partidos encomendamos la gestión de los asuntos públicos de nuestros
pueblos y ciudades.
Como cristianos somos responsables en la elección
de nuestras autoridades. Nos preocupa seriamente el escenario electoral en un
contexto social con graves signos de corrupción, expresada en el alto número de
candidatos cuyos antecedentes morales han dado lugar incluso a denuncias y
sentencias penales.
El buen criterio de los votantes es el verdadero
guardián de la salud moral y cultural de las sociedades y de los pueblos. Esta
es ahora nuestra situación. Dios nos ilumine y nos guíe por el camino del buen
sentido y de la justicia, pilares de la paz y del verdadero progreso.
1.
Dar un voto consciente
y responsable.
Mediante
el voto debemos expresar qué tipo de representantes queremos, y negar nuestro voto
a quienes defraudaron nuestras expectativas, ya sea porque no cumplieron lo
ofrecido, porque demostraron ser corruptos, o porque solamente se preocuparon
por sus propios intereses.
2.
Elegir a quienes
conozcan realmente las necesidades de la gente.
Que conozcan las
necesidades de las personas. La tarea política debe priorizar, por tanto, a los
más pobres y necesitados. Los candidatos deberán poseer también capacidad
intelectual y profesional para saber interpretar las necesidades de la
gente.
3. Conocer quién es el candidato y su equipo.
La trayectoria de
vida de los candidatos y de su equipo es un criterio importante. Se espera que
estos sean transparentes, honrados y auténticos. Debemos estar atentos ante
las numerosas denuncias de candidatos con antecedentes penales o con procesos
aún abiertos por diferentes motivos, incluso por juicio de alimentos. ¿Cómo
confiar en quien no es responsable de sus propios hijos? ¿Cómo fiarse de aquel
que miente en su hoja de vida?
4. Conocer bien su plan de gobierno.
Debemos
ver si esos planes promueven la vida plena, la dignidad de la familia, la
libertad religiosa, una buena educación integral. Anteponer los criterios morales a las
cuestiones y preferencias opinables y contingentes de orden estrictamente
político.
5.
Que no te compren el
voto con falsas promesas
Alerta con las campañas. Es importante evaluar
las promesas de las campañas electorales. Muchos candidatos, con tal de
salir elegidos, ofrecen lo imposible y se aprovechan de la buena voluntad o de
las necesidades urgentes de las personas, a través de regalos y diversos
beneficios.
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