La actividad fue
programada por la municipalidad distrital de Cerro Azul y contó con la
participación de destacados escultores locales como de la ciudad de Lima,
destacando Don Luis Ormeño al lado de sus familiares que dieron vida a
esculturas que resaltaban por su magnífica manera de expresar la vida y pasión
de nuestro salvador.
Sus manos se convirtieron
en verdaderos moldeadores y que como si fueran tocados por Dios lograron hacer
realidad dos esculturas, que por su expresividad hasta llegaron a emocionar a
algunas personas.
Una de ellas representaba
a Jesús crucificado, no dejando ningún detalle suelto ya que la corona en la
cabeza era perfectamente visible así como la barba y el bigote en el rostro,
demostrando un fino trabajo.
A muchos les llamó la atención
también los clavos en las manos de Cristo, llegando hasta hacer notar la sangre
que corría y todo con la arena, que era humedecida permanentemente para
mantenerla en pie por largas horas.
La otra escultura en
arena fue la representación de la mundialmente conocida “La piedad” de Miguel
Angel, en la que se veía a la Virgen María cargando el cuerpo sin vida de su
hijo Jesús.
Los turistas no dudaron
en hacer cola para poder tomarse una foto del recuerdo al lado de tan
majestuosas obras de arte.
Desde que se inició la
gestión del alcalde, Abel Mirando Palomino, se ha venido incentivando y
apoyando las actividades culturales, tanto así que el destacado escultor Luis
Ormeño dictó clases en el programa de vacaciones útiles, así como se han venido
desarrollando actividades al aire libre, con la finalidad de que la población
pueda disfrutar del arte de los propios cerroazuleños.
Fotos: Victor Hugo Cárdenas Pachas
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