El
querido patriarca de la radiodifusión cañetana, Roberto Pachas Calagua,
falleció el último sábado 28 de setiembre en el hospital Essalud de San
Vicente, de una manera sorpresiva y sin haber pasado por mayores contratiempos
en su salud.
La
noticia cayó como un baldazo de agua fría a sus familiares que aceptaron con
resignación tan irreparable pérdida, y su velatorio se dio los días sábado,
domingo y hasta el lunes en que fue llevado hacia el cementerio general de
Imperial.
Durante
los días del velatorio, desfilaron frente a su cajón, amistades, autoridades,
comerciantes, campesinos, vecinos, artistas, periodistas y todo aquél que lo
conoció en vida, reconociendo en el extinto personaje a una bella persona que
se caracterizó por su bondad y humildad.
La
muerte del destacado hombre de prensa se da a pocos días de la celebración del
Día del Periodista, justo en la fecha que nunca dejó de participar ya que
siempre era convocado por aquellos colegas que nacieron en su “escuelita” ,
llamada Radio Imperial.
Y
es que hablar de don Roberto Pachas Calagua, no solo es evocar aquél momento
cuando escribe con letras en pan de oro el libro de la historia de Cañete
fundando la primera emisora radial, sino que ello generó el nacimiento de los
primeros locutores radiales, de los primeros noticieros radiales, de los
primeros programas especializados en música, del primer programa deportivo
radial como fue GOLAZO DEPORTIVO.
Mucha
de la gente que pasó a despedirse de Roberto Pachas Calagua en su velatorio
recordaba cuando en el auditorio de Radio Imperial se presentaban los artistas
de moda, o cuando participaban de los concursos donde nacieron muchos artistas
que aún hoy se mantienen en vigencia.
Inevitable
era recordar las épicas jornadas del programa GOLAZO DEPORTIVO, transmitiendo
desde diversos escenarios deportivos de la provincia y del Perú entero, pese a
las limitaciones que se tenía en aquella época en que la comunicación no era
tan desarrollada como ahora.
Recordaban
los interminables debates generados con el plantel periodístico en la famosa
“mesa redonda”, donde los comentaristas desmenuzaban a su estilo cada encuentro
futbolístico, enalteciendo o lapidando a los jugadores por su accionar en el
campo.
Los
nombres de William Ernesto Cárdenas y su “Bailables Cárdenas”, Carlos Chávez,
Hermógenes Santos, José Flores, Rodolfo Leyva Jimenez, Juvenal Santos Alán y
tantos otros con sus programas vernaculares, o José Vicente Yaya, Luis Alberto
Bustamante, y tantos más que desfilaron por esa escuelita que fue Radio
Imperial.
Sin
embargo, mientras varios evocaban a personajes y programas, los familiares
resignados contemplaban el cuerpo inerte de Roberto Pachas y agradecían por los
gestos de amor, respeto y consideración que era como un aliciente y calmante
para ellos, ya que comprendieron que el ser que ya no más los acompañará fue
una gran persona, lograron entender y asimilar que son testigos del nacimiento
de una leyenda de quien nunca podrá borrarse su nombre cuando se hable o
escriba sobre la historia de las radiocomunicaciones en nuestra provincia.
Murió
un gran hombre y nació una leyenda: ROBERTO PACHAS CALAGUA.