Han pasado prácticamente 30 días desde el 03 de octubre, fecha en la que se realizaron las elecciones regionales y municipales, sin embargo el sistema electoral peruano no puede dar resultados oficiales en la región Lima.
Los cómputos oficiales que publica ONPE mantienen todavía la expectativa sobre quién disputará con Nelson Chui la segunda vuelta en la región. Según esta información, aún faltan resolver 46 actas que aparecen como observadas. Sin embargo sabemos que éstas ya no variarán los resultados electorales actuales, debido a que la gran mayoría de estas actas no están observadas sino que se encuentran en calidad de “perdidas” o “siniestradas” y por lo tanto ya no van a aportar nuevos votos.
Nos referimos a actas que fueron sustraídas mediante actos de violencia que se desarrollaron en forma sistemática. Estas acciones se organizaron en localidades como Supe y Puerto Supe (Barranca), Paccho (Huaura), Cochamarca (Oyon), Chicla y Cuenca (Huarochirí), Allauca (Yauyos) cuyos resultados que representarían para el APRA por lo menos 2,000 votos adicionales.
La demora de
La segunda vuelta será disputada entre Alvarado y Chui, esta es la situación que va a enfrentar la región. El APRA reconoce esta circunstancia y señala con claridad que debe formalmente iniciarse la segunda vuelta que permita dilucidar quién será el próximo Presidente Regional.
Por ahora lo que nos corresponde como partido organizado es realizar, en mi criterio, las siguientes acciones:
1. Evaluación serena y reflexiva de los resultados electorales. El Partido ha obtenido más de 50, 000 votos en la región, un consejero, 16 alcaldías (una provincial y las demás distritales) y tendrá que enfrentar una nueva elección en varias localidades donde se llevarán a cabo nuevas elecciones distritales ya que en ellas se realizaron actos de violencia en contra de nuestros candidatos que ganaron en buena lid.
2. Establecer orgánicamente cuál será nuestra posición en la segunda vuelta Ésta no puede significar una posición personal de algún candidato, dirigente o militante. El partido tiene que adoptar una posición formal y hacerla de conocimiento de las bases y de la ciudadanía en general.
3. Establecer con firmeza cuál es la situación de quienes, manifestando pertenecer a nuestras filas, adoptaron acciones de flagrante traición durante la campaña electoral. Esto es imprescindible para nuestra subsistencia como organización si queremos tener futuro político en la región.
Ningún Partido, y menos el APRA, acaba su historia por un resultado electoral. En mi caso personal, esta etapa de candidato en la región se acaba con la frente en alto y la tranquilidad de mi conciencia al saber que hemos hecho todo lo que estuvo a nuestro alcance para poder alcanzar la victoria. Como señalamos al comienzo de la campaña, ninguna elección es igual a otra. Hoy se han presentado una serie de factores de orden nacional y regional que no han permitido cumplir con el objetivo político trazado: conducir el partido a la victoria. Seguramente hemos cometido errores y ello nos obliga a realizar el reconocimiento de éstos y la autocritica correspondiente, asumiendo las responsabilidades que correspondan.
Yo no ingresé al APRA, hace 32 años, para ser candidato, ingresé para transformar la realidad injusta que tiene nuestro país. Ingresé al Partido para ser un soldado de
Reconocemos democráticamente los resultados electorales y expresamos respetuosamente nuestro saludo a quienes se mantienen en la contienda electoral y pasan a la segunda vuelta.
Sin embargo, las cifras constituyen un llamado de atención al sistema político en la región. Hay 75,000 ciudadanos que no han acudido a votar, casi 70,000 de los que fueron a votar lo hicieron en blanco y 50,000 votantes cuyos votos han sido declarados nulos o viciados. Todo ello significa que los votos de 195,000 ciudadanos, que representan el 32% del padrón electoral, no están en el resultado electoral. Sería bueno que tomemos en cuenta estas cifras que constituyen la realidad y no ayudan a la gobernabilidad.
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