Desde hace dos años una joven estadounidense de nombre Megann Mielke se enroló al Cuerpo de Paz de los Estados Unidos de Norteamérica y la enviaron al Perú. Ella desconocía a qué lugar exactamente venía.
Su primer contacto lo tuvo con los pobladores del apacible distrito de Santa Cruz de Flores donde tras unos días de adaptación a las costumbres ajenas a su Viena en Virginia, Estados Unidos logró familiarizarse con su entorno.
Tras 1 año de apoyar en diversas labores enfocadas en servicio comunitario, saneamiento así como en hoteles para mejorar la captación de los turistas y tras degustar riquísimos camarones y beber los mas ricos vinos cañetanos tuvo que tomar sus maletas y seguir mas al Sur, esta vez su destino era Nuevo Imperial.
Según lo reseña en su propio blog: una nueva experiencia en Nuevo. Las costumbres de la gente del lugar le parecían interesantes dada la diversidad cultural de quienes provienen de distintos lugares del Perú.
La “gringa” como cariñosamente le decían las mujeres y hombres con quienes se reunía para capacitarlos, organizarlos y juntos llevar adelantes pequeños pero signitificativos proyectos, era una mujer de aquellas que se caracterizan por su empeño, persistencia, incansable y luchadora. Se tuvo que acostumbrar (y logró entender) la burocracia que impera en las diversas entidades públicas peruanas.
Era curioso verla con un balde lleno de lombrices (gusanos le decía ella), las mismas que regalaba a los agricultores para que elaboren el humus para mejorar la tierra.
El tema de la limpieza e higiene era uno de los puntos clave en cada lugar donde se reunía. Es increíble como una persona tiene que venir desde afuera para enseñar cosas que aparentemente se ven simples pero que por acá nadie los enseña ni difunde. Por ejemplo un lavatorio que consistía en una botella de dos litros volteada y sostenida por palos. En la parte superior de la botella (que está llena de agua) se coloca el jabón y en la parte de abajo un balde. Se abre lentamente la tapa y cae el agua para lavarse. Algo simple pero de gran utilidad y que no cuesta casi nada.
Recientemente promovió la instalación de letrinas en el anexo Alminares. Ella misma gestionó ante el alcalde provincial algunas bolsas de cemento. Ella misma ayudó en instalación de las letrinas. No solo se conformaba con enseñar sino se ponía manos a la obra, era una obrera más.
Lamentablemente esta solidaria peregrina tuvo que volver a su país ayer domingo. Previamente el último viernes 19 de noviembre el alcalde de Nuevo Imperial, Jorge García Quispe le brindó un reconocimiento mediante
El último sábado 20 de noviembre fue la despedida con los pobladores de Alminares donde el plato estrella:
La “gringa” Megann será recordada por siempre en quienes la conocieron y aprendieron con ella. La labor desplegada por ella debe ser imitada por los nuestros. Si quieren conocer mas de ella y su labor en Cañete ingresen a: megannperu12.blogspot.com .
1 comentario:
BIEN POR LA NOTA QUE RESALTA ESTE BLOG....
EL TRABAJO COMUNAL EMPRENDIDO POR "LA GRINGA", DEBE MANTENERSE Y MEKORARSE HASTA QUE DESAPAREZCAN LAS LETRINAS Y SE DE PASO A UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA A LOS POBLADORES DE ESTA LABORIOSA COMUNIDAD. GOOD JOB "GRINGA"
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